Como si nada
vuelven las golondrinas
cuando la noche se agota,
cuando el eco se esparce
a destiempo,
se sube a las telarañas
y busca su dueño.
Como si nada
el cielo se empaña,
arranca las hojas
de árboles sin ramas
y las arrastra
hasta hogueras
que no se apagan.
Como si nada
cuerpos desnudos
recorren calles anegadas
de vacío y egoísmo,
cuerpos desnudos
flotan en las aceras
que no tienen sombra.
Como si nada
la cama sigue deshecha
y la soledad
se desliza entre las sábanas,
se acomoda junto a la almohada
para habitar también
los sueños;
las pesadillas.
Como si nada
el estanque se seca
y queda la mugre al fondo.