viernes, 25 de agosto de 2023

Me siento en el coche y escucho los días pasar

Todavía es pronto para el atardecer pero las nubes ya se preparan para entrar en acción.

En el camino de vuelta aparecen nuevos volcanes y se secan los arroyos; las libélulas deciden volar solo en la otra orilla del río, la ballena prefiere quedarse varada en la playa.

Todavía es pronto para que las estrellas luzcan con fuerza en la oscuridad pero la luna ya saluda entusiasmada.

En el camino de vuelta se aprecian los músculos atrofiados, las articulaciones encasquilladas, reaparecen las cicatrices y la piel luce más morena y agrietada.

Aún es pronto para la lluvia pero las flores ya ansían sus pétalos.

Al regresar todo sigue en su sitio, el silencio ha aprendido a hablar y caminar, el cuerpo es más volátil, ágil; la linterna ya no necesita estar encendida y el detergente no puede limpiar el contenido de la maleta.

Se ha acabado el tiempo y la cuenta atrás sigue hacia delante.