El otro día me preguntaban si era consciente de que tenía una novela en el mercado. Lo pensé. Silencio. Dudé. Silencio. No,... o sí. Sé que estoy haciendo lo que me gusta, que disfruto con cada relato y que esto jamás lo podré abandonar. Llevo muchos meses trabajando en la novela, es casi un objeto más de mi habitación, pero uno al que he mimado mucho y por el que tengo un cariño especial. Aún me queda aceptar que he compartido mi preciado tesoro.
Y ahora voy a presentarla en Madrid. No puedo decir que sea un sueño hecho realidad porque nunca ambicioné llegar tan lejos a mi edad. Pero tened por seguro que el orgullo y la felicidad que siento son tan inmensos que me harán comprender mis logros.
En la gran ciudad nos veremos.
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