domingo, 4 de febrero de 2018

Mentira

Mentía y era consciente de ello. Podría culpar al café, sí, no sería una mala excusa. Recuerdo una vez, en un pueblo de Soria o Zamora, no lo tengo claro, tampoco viene al caso, que me tomé un café con leche en un bar y las pasé canutas en el viaje de vuelta por los dolores de estómago que me provocó. Oye, pues si me había pasado una vez, ¿por qué no podía repetirse?

Por supuesto no tenía en cuenta que de aquello habían pasado unos tres años y que, pese a haber seguido tomando café, pocas veces, por no decir ninguna, me había sentado mal el de casa.

Empecé a darme cuenta de que mi cuerpo reaccionaba así porque mi mente quería sacar algo que yo trataba de negarme.

02-12-2017

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