lunes, 23 de abril de 2018

El mundo en tus manos

Le miró a los ojos. Le estaba retando.

Sonrió y le acarició la mano.

Se lanzó al vacío justo cuando lo alcanzaban.

A lo lejos, todavía podía ir a su madre.

No intentes buscar una relación entre esas frases, no era mi intención crear una historia, o sí y no soy consciente de ello... Leer es eso, entender el mundo y buscar otros mundos en los que comprenderte a ti mismo. Habrá quien diga que para eso ya existe la realidad, y puede ser que tengan, el único problema es que para ello hay que vivir y sentir la realidad, y es muy fácil soñar o dejar de hacerlo y llevarse por la tediosa rutina. A día de hoy ni siquiera esto vale, muchos se relacionan exclusivamente a través de una pantalla. Los libros son también vida.

Hoy me siento feliz y eso que alergia, muela y apuntes no son la mejor combinación, pero me da igual porque puedo sonreír y pasar páginas mientras busco cual será el próximo libro que caerá en mis manos.

jueves, 19 de abril de 2018

Creo que os he cogido manía

Queridos jueves, tenedlo muy claro, no os odio, tan sólo os he cogido un poquito de manía. No, no voy a decir eso de "no eres tú, soy yo", porque lo cierto es que son las circunstancias. De verdad, no tenéis de qué preocuparos: hubo un tiempo en que la tenía tomada con los martes, y ahora son los llamadas martes de escritura, y que como dice mi profe, sólo por eso ya pueden ser buenos días. Así que no os preocupéis cuando os grito con todos mis fuerzas deseando acabar con un portazo la jornada.

Vamos a ver, si es que con el día tan primaveral que hacía hoy, hasta los profesores nos han agradecido que estuviéramos en clase en lugar de tirados en el césped charlando. Es que hemos hecho un esfuerzo sobrehumano, ¿quién tiene ánimos a las nueve de la mañana para tragarse tres horitas de teoría documental?... Pues eso, sin comentarios. Pero es que la cosa no termina ahí, que después quedaban cinco horas más de clase. Y se pueden disfrutar sí, por supuesto, el contenido es de lo más interesante (lo digo en serio, esas clases sí que me gustan), pero pasarse tantas horas encerrados en un aula reduce la concentración... y las ganas de vivir. Jamás se me hicieron tan largos los días, que es que ya ni me consuela irme un rato a nadar a la piscina, que es que hoy no he aguantado ni tres cuartos de hora porque estaba hasta las narices de estar en el entorno universitario.

Que sí, lo sé, que me quejo demasiado, que la vida laboral ya me traerá peores condiciones, pero pudiendo tener un horario decente es absurdo esa acumulación de clases en una sola jornada.

En fin, lo veis, jueves, no es vuestra culpa. Además, en realidad sois el trampolín para el viernes... sí, los viernes, hay algunos que son especiales... y en realidad con eso ya se me alegra la noche y olvido que me he pasado más horas en clase que las que he dormido.

Así que supongo que podéis ir contando por ahí que os he cogido manía, pero sólo hasta la semana que viene. Afortunadamente, después sólo me quedarán los viernes felices.

martes, 10 de abril de 2018

La luna brilla de madrugada

Juguemos con los versos del verano.
La noche anuncia
postales de ensueño.
Subamos a las estrellas
fugaces.
Volemos.

Destroza el calendario
que ahoga el mañana.
Sólo nosotros,
ahora.

Bailemos un otoño
prófugo del tiempo.
Manos tentadas
de vivir en el fuego.
Una caricia,
miradas.

Escapa del mundo
cuando desaparezca la magia.
Te esperaré en la encrucijada.
Confía.
Las hadas existen.

Susurros capaces
de iluminar barricadas.
Seamos copos de nieve
en el desierto.
Sonrisas.

Soñemos tardes de invierno.
Besos.
El agua fluye
en ríos inventados.
Compongamos la canción
de la eterna calma.

Cuando llegue la primavera
inventaremos flores de cristal.
Cascadas.
En la orilla del lago
nacen promesas.

Aviones de papel.
Heridas cerradas.
Días sin fin.
Después,
nosotros.

lunes, 2 de abril de 2018

Algunos días

Somedays... and some people

Dicen que la vida es tiempo. Para mi son días y personas.


Algunos días recibes una paliza en forma de masaje. Espera, no retengas la palabra paliza, lo importante es el masaje, lo primero es una consecuencia física que no debería tener mayor valor. Al día siguiente te sientes como nuevo y, aunque probablemente aún queden heridas abiertas, comienzan a cerrarse.


Los jueves me resultan agotadores. Tengo demasiadas horas de clase y pocos descansos. Sin embargo, no es nada de eso lo que me hace flaquear. Tengo una asignatura en la que analizamos la evolución de la tv. Cada vez que salgo es como si me hubiera chocado contra un muro y entonces por unos minutos pudiera ver la auténtica realidad. Es increíble cómo, pensando sobre el mundo se puede explicar lo que sucede en la pequeña pantalla, e ir más allá y saber explicarte a ti mismo. Quiero dar un paso más. Una de las prácticas más importantes de la asignatura consiste en un relato autobiográfico sobre la televisión y yo. Se trata de mostrar la presencia de la televisión en algún momento de tu vida y la manera en que eso te constituye como persona. No es tan sencillo como parece. No se trata del consumo televisivo. Consiste en pensarte como ser humano con unas experiencias vitales compartidas. Al final la televisión es lo de menos.


Algunas personas, y solo unas pocas personas, saben mirar a los ojos. No todo el mundo sabe, o lo intenta, al fin y al cabo, es una entrada a la realidad y hay ocasiones en que se prefiere vivir a ciegas. Buscas vida en ellas y ni siquiera encuentras tu reflejo. Pero hay otras miradas que te acarician con ternura sin necesidad de palabras. Sin embargo, hay que convivir con las dos y saber apreciar cada una por su valor. Quizá es que las primeras no saben cómo demostrar su existencia.


El otro día me levanté con dolor de cabeza. No, no era la reseca. De eso puedo estar segura. El día amaneció despejado, con un sol radiante e incluso una temperatura agradable. Apenas media hora después comenzó a nublarse, y enseguida quedó una mañana gris y tormentosa. Me encerré en casa haciendo trabajos para clase. Fue la mañana más aburrida de las vacaciones. Luego llegó un encuentro, una mirada y tres sonrisas cómplices. La mañana gris dio paso a una tarde lluviosa, pero ya sin rastro del dolor de cabeza. Y la noche... fue la ilusión de niños y mayores. No sé cómo pero la nieve devuelve el brillo a muchos ojos. Bien es cierto que otros muchos la aborrecen o directamente la ignoran. Pero hay días y personas... que son vida.