me enseñaron a ver
las horas que se posan
Hay un instante en que el corazón se acelera y el estómago se llena de mariposas. Es amor... pero no como piensas. Escribir, leer,... vivir la cultura y no ser capaz de abandonarla. Me encantan las matemáticas pero amo el arte. Me gusta el cine pero amo el teatro. Sueño despierta porque la realidad en ocasiones me aburre. Me llamo Sara y quiero sentir.
Aquello había empezado por morder su cerebro lentamente, penetrando en su inconsciente y desvelándola en la madrugada sin aparente razón. Seguía con su rutina, feliz.
Bajó luego a su estómago; un temblor constante que la arañaba pero al que no podía ponerle nombre. A veces quería justificarlo con el hambre o el exceso de comida, quizá incluso alguna mariposa revoloteando desubicada.
Sobre su rostro se dibujaron bolsas negras y sobre su cuerpo la fragilidad tomó las riendas. Mencionaba la falta de sueño por el excesivo calor veraniego navegando en la dirección contraria al auxilio.
La estaba devorando. Los minutos se convertían en eternas horas y las noches traían de vuelta a los monstruos de su infancia. Era como una esponja que absorbía su energía. Rechazaba toda conversación al respecto negando el nerviosismo constante.
Con las vacaciones pareció quedar en pausa, olvidado en una esquina como el mono de trabajo. Fueron apenas unos días. El equilibrio se rompió sin previo aviso, se agarró a su pecho hasta convertir su aliento en un suspiro agónico que dejaba la faringe en carne viva.
La ayuda llegó de forma desinteresada, como una conversación que empezó siendo banal y terminó por acariciar al bicho. Fue el inicio del alivio pero eso no bastaba. La solución estaba en ella, y no se trataba solo de reconocerlo e indicarle el camino de salida, se trataba de buscar domadores que la ayudaran a guiarlo por el laberinto de sus emociones.
Podía llamarse ansiedad, depresión o varias formas más de agonía y sufrimiento, al final se trataba de una presión sobre la cabeza que requería ser tomada en cuenta con la seriedad oportuna. Con el tiempo todo podía sumar a la balanza de los aprendizajes: sobre uno mismo y sus limitaciones, sobre el bicho y cómo espantarle, sobre los que te rodean y apoyan, sobre lo que es la vida y lo que queremos que ésta sea.
08-04-2020