-Veintitrés años llevo viviendo en la ciudad, pero señor juez, le prometo que en mi vida me había montado en esos cacharros.
-¿En un autobús?
-¡Anda, claro ¿no me había preguntado por eso?! Mire, mi abuela me dijo que una vez se subió a una calesa en su pueblo y casi pierde la vida. Así que yo, como es evidente, he vivido siempre con el miedo metido en el cuerpo. Y llegó aquel día, puse un pie dentro y me dije: Valentina, que ya tienes una edad, tira pa' dentro. ¡Habrá que probarlo! ¿no? Eso empezó a moverse, me caí al suelo, empecé a dar vueltas,... ¡Ay, ay la que se lió ahí dentro! Si ya me lo decía mi José: Valentina... no sé yo quien te puso ese nombre, pero se equivocó de cabo a rabo.
Hay un instante en que el corazón se acelera y el estómago se llena de mariposas. Es amor... pero no como piensas. Escribir, leer,... vivir la cultura y no ser capaz de abandonarla. Me encantan las matemáticas pero amo el arte. Me gusta el cine pero amo el teatro. Sueño despierta porque la realidad en ocasiones me aburre. Me llamo Sara y quiero sentir.
martes, 30 de mayo de 2017
domingo, 14 de mayo de 2017
En espera
Miguel, mira que te gusta hacerte de rogar. Te tengo dicho que no voy a mandarte un correo electrónico para tres tonterías, que eso es una estupidez, pero nada, que tú sigues sin cogerme el teléfono. Pues macho, no pienso seguir con mi trabajo hasta que me llames. ¡A ver cómo te las apañan que nos quedan dos semanas! Y por favor cambia el mensaje del contestador que éste ya me lo sé.
09-05-2017
miércoles, 10 de mayo de 2017
Cansada pero feliz

No voy a mirar el reloj. Me va a dar tiempo. Me. Va. A dar. Tiempo. Venga, pinceles, agua,... Concéntrate. A este árbol le faltan... manzanas, eso, manzanas... ¡Ay, que sueño! La rosa, Almudena, la rosa, que todavía la dejas a medias. Muy bien, muy bien,... estupendo... otra cosa menos... pero primero vete a lavar la cara, bien de agua a ver si te despiertas de una vez.
Esas ojeras, maquillaje, que esto no se soluciona de otra manera, más, un poco más, por favor.
Ala venga, chincheta, martillo y colgar. Chincheta, martillo y... eh, eh, eh, a esto le falta... ¡el cartel, del título, claro! Vamos, corre que ya está oscureciendo.
Será posible, y el tobillo ahora... no lo pienses... despacio, más despacio. No le hace falta ni hielo, maravilloso. Venga, el cartel.
Luces. ¡Toma ya y no se ha fundido ninguna! Pues nada, ha llegado el momento. Fuera nervios, respira y a disfrutar, que de algo tiene que haber servido dormir tan poco. Ya mañana descansas y te vas de compras.
Bah, que tonterías dices Almu, mañana a empezar otra colección. ¡Si es que no me puede gustar más mi trabajo!
Sonríe, que están llegando los invitados.
09-05-2017
domingo, 7 de mayo de 2017
¿Soy yo? ¿De verdad?
El seudónimo es el nombre falso bajo el que se ocultan algunas personas. En este blog, todos los post son firmados por una tal Sara Montoro, que, en teoría, soy yo, alumna de Comunicación Audiovisual de la UC3M. Pero, ¿quién te asegura que eso sea así?, ¿acaso no he podido pedirle a un gran amigo, a mi hermano mayor o a mi novio que "colabore" aquí?
La verdad es un concepto tan escurridizo que hasta la RAE lo explica desde la subjetividad:
verdad
1. f. Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente
Una vez conocí a un actor que para preparar sus primeros personajes se montaba en el tren y observando a los transeúntes comenzaba a experimentar y a crear una personalidad, que durante todo el día, independientemente de quienes fueran las personas con las que se cruzase, jugaba con la manera de hablar y el movimiento del personaje que aquel día le tocara. Me pregunto si debería creer en sus palabras o pensar que estaba interpretando delante de mí, lo cual, enredándolo un poco, supondría que no me estaba mintiendo.
¿Las personas muestran en algún momento su identidad?, ¿ese principio de actor que oculta ciertos rasgos, conforma ya parte de la identidad? Cuando la gente dice que ha evolucionado, que ha cambiado, ¿cómo tiene la certeza de que su pasado no volverá si este es completamente imborrable?
A veces me pasa que la vida de la ciudad me vuelve gris y siento que la rutina y lo mecánico se apoderan de mí, y pienso "yo no soy así, necesito respirar el aire del campo y recuperar la naturaleza", pero ¿cómo que no soy así? La forma de ser se configura a partir de nuestros actos, he permitido que lo cotidiano sucumba en mi día a día, que la creatividad sea tapada por el aburrimiento, y por mucho que no me guste, que me repugne, ahí está, y me hace ser como soy. Pero queda un halo de esperanza, porque precisamente por mi identidad, tengo las armas para cambiarlo.
¿Cuál es mi personalidad entonces, la de una chica en constante cambio, la que no me gusta y rechazo pero conforma mi hábito, o la que me esfuerzo por conseguir en la ciudad y sólo alcanzo en el campo? ¿Dónde se encuentra la verdad? Por cierto, ¿desde cuando tengo un hermano mayor?
La verdad es un concepto tan escurridizo que hasta la RAE lo explica desde la subjetividad:
verdad
1. f. Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente
Una vez conocí a un actor que para preparar sus primeros personajes se montaba en el tren y observando a los transeúntes comenzaba a experimentar y a crear una personalidad, que durante todo el día, independientemente de quienes fueran las personas con las que se cruzase, jugaba con la manera de hablar y el movimiento del personaje que aquel día le tocara. Me pregunto si debería creer en sus palabras o pensar que estaba interpretando delante de mí, lo cual, enredándolo un poco, supondría que no me estaba mintiendo.
¿Las personas muestran en algún momento su identidad?, ¿ese principio de actor que oculta ciertos rasgos, conforma ya parte de la identidad? Cuando la gente dice que ha evolucionado, que ha cambiado, ¿cómo tiene la certeza de que su pasado no volverá si este es completamente imborrable?
A veces me pasa que la vida de la ciudad me vuelve gris y siento que la rutina y lo mecánico se apoderan de mí, y pienso "yo no soy así, necesito respirar el aire del campo y recuperar la naturaleza", pero ¿cómo que no soy así? La forma de ser se configura a partir de nuestros actos, he permitido que lo cotidiano sucumba en mi día a día, que la creatividad sea tapada por el aburrimiento, y por mucho que no me guste, que me repugne, ahí está, y me hace ser como soy. Pero queda un halo de esperanza, porque precisamente por mi identidad, tengo las armas para cambiarlo.
¿Cuál es mi personalidad entonces, la de una chica en constante cambio, la que no me gusta y rechazo pero conforma mi hábito, o la que me esfuerzo por conseguir en la ciudad y sólo alcanzo en el campo? ¿Dónde se encuentra la verdad? Por cierto, ¿desde cuando tengo un hermano mayor?
miércoles, 3 de mayo de 2017
Solo a veces nieva en la ciudad
Podría no haber sucedido, de hecho, era lo más probable: un trabajo más, un grupo más, y sin embargo ha sido la única ocasión en que a lo largo del curso hemos sido un equipo, para la bueno, y sobre todo para lo malo.
La RAE define grupo como la "pluralidad de seres o cosas que forman un conjunto, material o mentalmente considerado". Sí, se puede decir que dos mujeres, dos marionetas, una voz sin mayor participación y un compañero forman un grupo, que las grabaciones salen adelante con el trabajo tardío y que las batallas por ver quien es más borde sin que se note han sido de lo más formativas, porque el programa final ha salido muy bien y encima nos hemos divertido, por supuesto, pero todas las horas baldías moviendo los hilos de un títere que luego hacía lo que le daba la gana, terminan por pasar factura.
Y qué malas son las comparaciones, pero cuando te encuentras con un equipo de verdad, en el que te sientes a gusto aún con discusiones de por medio, en el que quieres trabajar pese a los agobios (porque otra cosa no, pero el estrés era el principio de cada reunión...), pues poco importa que el trabajo final no haya salido bien; hemos aprendido a trabajar en equipo y a encontrar la confianza en quienes empezaron por ser desconocidos.
Nos decantamos por un camino pedregoso lleno de curvas y absurdeces. Las decisiones eran consensuadas y la comunicación bastante fluida pese a los tropiezos. Concentración y absoluta compenetración en las cuatro largas horas previas. Lástima que el apoyo técnico fuera menos que un grupo.

Y si he que quedarme con algún recuerdo elijo ese día tormentoso en que tras dos horas de intenso y al borde del colapso, comenzó a nevar. Aún no éramos conscientes de ello, pero algo estaba pasando en el vestíbulo del 17; la tensión se había esfumado y por unas cosas o por otras habíamos empezado a escuchar las canciones de las series que formaron parte de nuestra preadolescencia, y entre tontería y tontería terminamos viendo el primer capítulo de H2O. Estaríamos perdiendo el tiempo en cuanto a producción del trabajo se refiere, pero sólo en ese instante comenzábamos a comunicarnos como un equipo.
Años atrás mi mente mantenía la quimera de que una clase era también un equipo, y ahora, que sé cual es el significado, salgo de mi error con la vana esperanza de que la nieve vuelva ocasionalmente a la ciudad.
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