martes, 30 de mayo de 2017

¡Habrá que probar!

-Veintitrés años llevo viviendo en la ciudad, pero señor juez, le prometo que en mi vida me había montado en esos cacharros.

-¿En un autobús?

-¡Anda, claro ¿no me había preguntado por eso?! Mire, mi abuela me dijo que una vez se subió a una calesa en su pueblo y casi pierde la vida. Así que yo, como es evidente, he vivido siempre con el miedo metido en el cuerpo. Y llegó aquel día, puse un pie dentro y me dije: Valentina, que ya tienes una edad, tira pa' dentro. ¡Habrá que probarlo! ¿no? Eso empezó a moverse, me caí al suelo, empecé a dar vueltas,... ¡Ay, ay la que se lió ahí dentro! Si ya me lo decía mi José: Valentina... no sé yo quien te puso ese nombre, pero se equivocó de cabo a rabo.

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