miércoles, 9 de mayo de 2018

Promesas de otoño


Ya nunca nadie lo sabría. Se habían prometido contarlo y hasta parecían haber hallado la mejor manera de hacerlo público. Entonces, sucedió la tragedia.


Habían pasado ya tres semanas. Todavía no se había atrevido a visitarle. Casiano sellaba sus labios para siempre tal y como se juraron la primera tarde. Si no lo decían juntos, quedarían mudos.

Casiano besó la tumba y salió del cementerio. Nunca más regresaría a allí. Fue su penúltima promesa.

08-05-2018

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