jueves, 6 de octubre de 2022

Sobre el barro

¿Que más? Si el árbol ya se ha secado y el viento ha partido sus ramas. Si ya no ofrece cobijo a las ardillas y hasta las hormigas lo rehuyen. Si las raices desconocen el abono y la corteza ha perdido el musgo que le señalaba su norte.

¿Qué mas? Si la piel se ha agrietado y las manos ya no saben lo que es el tacto. Si los párpados se han cerrado y en los oídos se acumula la cera. Si las piernas se han entumecido y los pies no recuerdan el juego del equilibrio.

¿Por qué mas? Cuando el cielo está despejado pero se han apagado todas las estrellas. Cuando la luna ya no quiere influir en las mareas y los rayos solares conversan con la capa de ozono como si fueran mejores amigos. Cuando llega el silencio que se impone a los truenos.

¿Por qué mas? Cuando las miradas ya no son testigo de encuentros fugaces y las palabras se han vuelto tímidas. Cuando las caricias han olvidado el cariño y los susurros se escuchan como gritos. Cuando no queda amor para despertar la primavera.

¿Cuánto más? Si la mugre ya lo ha cubierto todo y aún queda suciedad bajo las uñas. Si se ha perdido cada centímetro de tierra sobre la que crecía el grano. Si llueve sobre mojado y no queda aire que respirar.

¿Cuánto más? Si el último suspiro condena la vigilia y la llama desconoce ahora el fuego. Si la curvatura de los labios no puede moldearse. Si ha llegado el final y aún queda camino por recorrer.

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