Comienzan a llegar los de la sesión de las cinco. A veces les ayudo con su escenografía: una silla y un botón... ¡Es increíble cuanto puedes imaginar cuando no hay dinero! La cuestión es que al público le encanta aunque comienza a haber críticas por el final según se van volviendo más populares, lo que en realidad es algo positivo.
El pasillo se ha llenado de locos que dicen calentar su voz. Yo sí que les voy a calentar la cara como no aparezca la caja del atrezzo. Calva me van a dejar. Sí, parece imposible pero todo va a la perfección en cuanto se suben al escenario.
Y lo tranquilito que se queda esto... Hora de recuperar la vida privada. Aunque... debería empezar a pensar en cómo...
Tuve un sueño: nuestro pequeño teatro se hacía más grande que nosotros. ¡Papel y boli, corre.... esa es una idea brillante! Porque claro, si muevo la función de la sala minúscula a la sala más pequeña... Que digo yo que son las cuatro de la mañana y ya va siendo hora de dormir.
Tuve una pesadilla. No quiero hablar. ¿Anoche cené? Claro, eso lo explica todo. ¿Pero qué es esto? Menuda mierda de idea.
No hay café. Han llegado ya lo nuevos e incluso parecen formalitos. ¡Empezamos! Así que sustituir a tres actores y encontrar financiación para los de amateur. ¡Eso está chupado! ¿Y estos otros? Por mucho que crean ser cabras no pueden comportarse como animales.
¡¡¡Vamos a ver, que una productora no es nada sin su móvil!!!
¿Y dices que es necesario comer para sobrevivir?
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24 horas en la vida de un personaje
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