domingo, 29 de julio de 2018

Luna de sangre

Gritó. En cualquier momento sus cuerdas vocales se desgarrarían. Se apoyó sobre la cama respirando con fuerza. Sudaba. Miró al exterior; estaba tan iluminado que parecía de día. Tenía miedo, llegaba la hora. Gritó de nuevo. Quería que toda la gente en el castillo la tuviera presente, ya ni siquiera la importaba el dolor.

Se acercó a la ventana y se apoyó en el alféizar. Sonrió con la mirada enajenada. La luna comenzaba a teñirse de sangre a la par que su rostro se transfiguraba. Soltó un alarido que incluso estremeció a los pájaros.

Los guardias golpearon la puerta. Ella no se inmutó. Gritó de nuevo cuando la sangre comenzó a brotar de sus heridas. Respiraba con dificultad y comenzó a reír histérica.

Imagen cedida por EMZ
Oyó voces en el pasillo. Los guardias querían impedir que su madre entrara. Ella gritó una vez más y se dejó caer en el suelo. Podía ver la luna completamente teñida de rojo. Cerró los ojos al sentir como sus delicadas piernas se volvían gruesas y peludas. Debía de ser su hermano el que sufriera el cambio, y sin embargo estaba segura de que se encontraría acurrucado en una esquina de su dormitorio, lloriqueando y haciendo fuerza con sus manos sobre las orejas. Ya no le importaba que las cosas no fueran como debieran, como siempre la historia había señalado. Ahora ella era la poderosa.

Cerró los ojos cuando sus uñas recién pintadas se transformaron en garras. Ya casi lo había conseguido, un pequeño esfuerzo más y lograría su objetivo.

27-07-2018

jueves, 19 de julio de 2018

HAPPY BIRTHDAY TO ME!!!

Podría ser un día más. En realidad lo es si omitimos que hoy me entregan el diploma de inglés y tengo que empezar a despedirme de mis compañeros. Más bien parecería un día un poco dramático. Ay, espera, que por lo visto también es mi cumpleaños. Bueno, eso está bien, supongo. Quiero decir, no es que me disguste cumplir años, es un indicativo más de la experiencia y el aprendizaje. Y no, tampoco es que me resulte especialmente duro el pasar “mi día” lejos de mi familia. Considero que hay distancias físicas que no suponen ninguna barrera emocional. Por supuesto que no siempre es así, a veces es justo todo lo contrario. De cualquier manera, voy a estar bien acompañada… so nothing to worry about.

Ahora bien, lo que por más que lo intente no puedo evitar es reflexionar sobre lo acontecido entre cumpleaños y cumpleaños. No ha sido un año fácil, pero soy joven, en realidad no puedo tener tanto de lo que quejarme. La verdad es que ahora que lo pienso, sí me parece una fecha importante; inicio un año nuevo, es mi 1 de enero. Nunca me ha llamado la atención eso de celebrar el 31 de Diciembre, es una de las muchas fechas comerciales. Tampoco creo en eso de “año nuevo, vida nueva”. Las etapas son cerradas cuando cada uno lo considere oportuno. No sé en qué momento estoy yo ahora, pero puedo asegurar que me levanto con una sonrisa con bastante frecuencia.


Me considero un ser extraño, raro, y eso a veces hasta me gusta, aunque no siempre me sepa defender. Al fin y al cabo soy hija del agua. Algunos dicen que soy especial. No sé hasta qué punto puedo creerles. Si me quieren, ¿qué me van a decir si no? En realidad creo que yo soy yo, con mis errores y mis aciertos. Soy yo, orgullosa de ser yo.

jueves, 12 de julio de 2018

Fortaleza de cristal

Los monstruos de la oscuridad podrían atraparla en cualquier lugar, pero nunca llegarían allí.

¿Tenía una explicación? Marta se sentó en un banco contemplando los coches pasar. El ruido de los motores lo inundaba todo y, sin embargo, todavía podía escuchar en la lejanía el mar: constante y misterioso. Pero ante todo oía su latido con una fuerza inusitada. Sonreía. Apenas habían pasado cuatro días desde que llegará a aquel pueblo costero. Pero había sido suficiente. Por fin estaba viva.


Se levantó y se acercó a la barandilla del acantilado. Cerró los ojos y respiró profundamente. Dejó que el olor del salitre penetrara en sus pulmones, que la invadiera toda y no pudiera volver a salir. ¡Estaba tan a gusto! Se separó un metro, dos, andando con determinación y la cabeza bien alta. Su piel de porcelana brillaba como pocas veces lo había hecho. Podría vivir allí, pero la vida real la estaba esperando en la gran ciudad. Dio un paso hacia delante y abandonó su castillo.

jueves, 5 de julio de 2018

Miedo

Era una burbuja. Una puta cúpula que no podía atravesar. Me sentía débil, como con la mente obnubilada. Y lo peor de todo es que estaba en mis manos la posibilidad de escapar, y allí dentro lo único que hacía era huir de mi misma. Lo pensaba, lo pronunciaba en voz alta: "Clara, muévete... no es tan difícil, vamos, despacito, no hay prisa... venga, primero un pie y después el otro". Pero no había manera. Me temblaban las piernas. Permanecí inmóvil durante años.

Había otros como yo, incluso más cerca de lo que me podía imaginar. A veces charlábamos, e incluso podíamos hablar abiertamente de nuestra situación, pero a la hora de la verdad, ninguno eramos capaces de avanzar, condenados como estatuas en la eternidad, con el convencimiento de esperar a que alguien viniera a rescatarnos. Creo que fue entonces cuando lo comprendí todo.

Cerré los ojos. Me olvidé de todo, de todos. Visualice mi objetivo. Fuera todo lo demás. Ahí estaba mi escapatoria. Sólo me faltaba creer. Levanté la pierna derecha y miré a mi alrededor. Allí estaba muy a gusto, pero me esperaba la realidad.