Polvo de hada
que rocías mis sueños,
manten mis ojos cerrados,
evita el final de este cuento.
¿Castillos y princesas?
No.
Realidad.
Duermen las sirenas
sobre tierra firme.
Miradas cómplices,
ausencia de palabras
y aún así, testigos del infinito
que recorren la tormenta
sembrando sosiego.
Risas.
Siempre risas
y confianza.
Isla sacudida por el cariño
de los duendes de la pureza.
Entereza del alma.
Felicidad.
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