Y una mañana la olvidó. En realidad, ya había decidido su futuro entre algún otoño lluvioso y las flores de la primavera. Permanecería congelado en el tiempo porque no había tinta con la que continuarla. Había otros bolígrafos, otros cuadernos, diferentes, pero que igualmente aportaban vida. Eso era lo importante.
Hay un instante en que el corazón se acelera y el estómago se llena de mariposas. Es amor... pero no como piensas. Escribir, leer,... vivir la cultura y no ser capaz de abandonarla. Me encantan las matemáticas pero amo el arte. Me gusta el cine pero amo el teatro. Sueño despierta porque la realidad en ocasiones me aburre. Me llamo Sara y quiero sentir.
domingo, 10 de noviembre de 2019
Atasco
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