viernes, 21 de febrero de 2020

Los comienzos son Historia

Viajemos al pasado. Nos encontramos a dos de septiembre de dos mil diecinueve. Una aventura destacable tiene que tener un comienzo reseñable.

Experiencia. Este año se podrá definir de muchas formas pero ninguna contemplará la palabra 'aburrido'. El comienzo mismamente ya me dio qué hablar. Habrá quien lo vea como una tontería pero para mi no fue más que el resumen de todo lo que estaba por llegar.

Apenas dormí. No estaba nerviosa. Los días previos habían sido muy bonitos y muy intensos. Las despedidas... me quedo con aquellas que no lo fueron. Mi avión salía a las seis de la mañana. Sin embargo, no fue hasta dos horas más tarde que finalmente despegamos. Al parecer había un fallo que no era serio pero que no sabían de dónde venía por lo que no lo podían arreglar. Ya llevaba mi billete de autobús comprado e impreso, justo para dos horas después de mi supuesta llegada que se producía con ese mismo tiempo de retraso. Corrí a por mi maleta y corrí con mi maleta. No sé si fue suerte o que simplemente tenía que pasar: llegué a tiempo.

Después de haber estado cuatro horas y pico sentada en el avión, me esperaron otras tres que, lejos de resultarme pesadas, fueron largos minutos de observar un paisaje que ya conocía pero que miraba con ojos nuevos. Pese a que tenía planeado escribir, entre otras cosas este mismo post que llega con varios meses de retraso pero que lo hace en el momento oportuno. Creo que ya ahí empezó el aprendizaje. Para, disfruta el presente.

De lo que recuerdo de aquel día... el cielo estaba completamente despejado, era un día azul, de esos que cubren los veranos de una infancia feliz. ¿Impresiones? Las rotondas son gigantes y con carteles enanos con comentarios tan... tan... como 'fin de semana después de un festivo nacional'. Ingleses, no hay más comentarios que alegar. Llegan a mi mente imágenes de unas zapatillas (botas negras concretamente) colocadas a la perfección en medio de la carretera para la portada de algún libro de crímenes. Oh, hacía calor, las ovejas se agrupan bajo la sombra de los árboles. Los bancos lucían recién pintados como si no tuvieran que hacerle frente a las inclemencias del tiempo...

2 comentarios:

  1. 👏👏👏👍👍👍me gusta.....seguirá????

    ResponderEliminar
  2. Tan descriptivo e intenso que estoy cansado de correr para coger el autobús y me he tenido que poner las gafas de sol para observar el paisaje.
    Seguro que en breve habrá nuevas aventuras.

    ResponderEliminar