miércoles, 10 de marzo de 2021

Por dentro

Es un temblor constante. Puede parecer latente. No lo está.

Sutil. A veces como el mar en calma. Un cosquilleo que te impide dejar de sonreír. Una fuerza que te levanta de la cama y permite que tu cuerpo flote a cada paso. Una mirada cómplice que repensar todo el día.

Violento. A veces como el mar en medio de una tormenta. Arañazos que te obligan a mirar al frente y el alma partida en mil pedazos. Una fuerza que sacude tu cuerpo con cada suspiro. Una mirada emponzoñada que es la espina de la que no te puedes deshacer.

Es un escalofrío diario. Puede ser ilógico. Es vida.

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