
Es una película sobre el amor entre una madre y una hija, donde ésta quiere abandonar el hogar e iniciar su propia vida pero su madre no quiere separarse de ella. Se trata de aprender a hacer frente a la distancia desde la perspectiva de esa mujer que se queda en casa y tiene que hacer frente a la soledad, una perspectiva que estamos acostumbrados a ver muchas veces desde la comedia barata y no tanto desde la sinceridad y el amor que destila esta historia.
Refleja un realismo muy cotidiano y no habrá quien no ponga en el cuerpo de la madre a la suya propia cuando, por ejemplo, ya se te olvidaba el paragüas y ella te lo guarda sin reproches. Son pequeños detalles, pero es lo que sucede en las relaciones maternofiliales.
Creo que refleja también una cuestión generacional con la que muchos jóvenes conectaremos, y por consiguiente nuestras madres. Es esa llegada del Whatsapp y de entender las nuevas tecnologías a la fuerza porque te separan cientos de kilómetros. Es aprender de la soledad y empezar a chatear solamente con tu hija y terminar casi por ignorarla.
Refleja un realismo muy cotidiano y no habrá quien no ponga en el cuerpo de la madre a la suya propia cuando, por ejemplo, ya se te olvidaba el paragüas y ella te lo guarda sin reproches. Son pequeños detalles, pero es lo que sucede en las relaciones maternofiliales.
Creo que refleja también una cuestión generacional con la que muchos jóvenes conectaremos, y por consiguiente nuestras madres. Es esa llegada del Whatsapp y de entender las nuevas tecnologías a la fuerza porque te separan cientos de kilómetros. Es aprender de la soledad y empezar a chatear solamente con tu hija y terminar casi por ignorarla.
Sin desvelar mucho más de la trama, quiero señalar la enorme simbología de las habitaciones de ambas mujeres. La madre que habita en un cuarto frío y oscuro; la hija ansiosa de vida que se marcha a Inglaterra y recibe como regalo unas botas, el calor de su madre. Hay mucho juego con las luces, los colores y su psicología.
Una maravillosa dirección de actores que privilegia los silencios y las miradas, que dicen tanto... Hay momentos muy emocionantes construidos a partir de la melancolía y de la comprensión. Es un cine de mujere, sensible pero, ojo, no tiene porqué conllevar al llanto. Es drama, sí, pero al final sonríes.
Imágenes obtenidas de: https://alfapictures.com/sp/amy_movie/viaje-al-cuarto-de-una-madre/
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