María la miró desconfiada. Aquel puente sería de piedra pero no le aportaba la más mínima seguridad. Estaba acostumbrada a entrenar en lugares mucho más peligrosos, pero allí... y con ella... Carlota la dio la mano y sonrió dando una primera zancada.
-Vamos, ¡no seas tonta! Estamos perdiendo el tiempo. Ya veras como al final no vemos el atardecer, y es una pena, porque es espectacular - dijo con su voz más dulce.
Tiró de su mano y María se dejó llevar. No se distinguía el fondo del precipicio y el muro de protección desaparecía por momentos. Carlota apretó su mano y sonrió en una mueca perversa.

-No, justo en la mitad del puente. Venga, que ya casi estamos. Por cierto, creo que no te felicité por tu última victoria. Perdona mi... falta de educación... pero es que me dio mucha rabia que me quitaras mi última oportunidad de participar en el mundial... El sol ya casi está su sitio. Solo unos metros, ya casi estás.
María respiraba con dificultad y soltó la mano de Carlota. Cruzaron una mirada fría y cayó al vacío.
23-10-2018
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