miércoles, 14 de noviembre de 2018

Se detuvo el tiempo

No podía verla. La habían hablado de su belleza en la noche y de su elegancia difusa durante el día, pero se negaba en rotundo a volver a dedicarle siquiera unos segundos.

Aquella mañana hacía horas que había salido el sol y, según los informes que su primo acababa de llevarle, la luna llevaba oculta media hora.

Carla avanzó por la oscura habitación y levantó la persiana con energía. Su mano quedó asida a la cuerda y a través de la ventana se vislumbró apenas una uña plateada. Carla permaneció inmóvil concentrada en mantener la respiración.

El timbre comenzó a sonar de forma insistente. Su primo cayó en la cuenta del error según salía por el portal: su reloj llevaba parado dos días.

Aterrorizada, Carla se desplomó en el suelo.

13-11-2018

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