jueves, 21 de marzo de 2024

En reencuentro: Una hora antes de - 4/6

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Manuel llegó una hora antes de que les citaran. Con una caja de botellas de champán. Champán del caro, no un espumoso cualquiera del supermercado más cercano. Lo cierto es que no quería presumir de lo bien que le había ido en los negocios pero no podía por menos que sentirse orgulloso de todo lo que había conseguido cuando nadie daba un duro por él. Casi nadie.

Finalmente se había decantado por un pantalón de pinza beis y un jersey de cuello alto a juego. Lo cierto es que hasta en eso había cambiado. Para el carnaval del ochenta y tres apareció con un chándal oscuro que solía vestir fuera del colegio, y como elemento diferenciador, una máscara comprada en el todo a cien.

Charló brevemente con la antigua directora y se paseó por el colegio. Estaba muy cambiado. La tecnología imperaba en cada aula, había calefacción y aire acondicionado, pero el suelo y las paredes no habían cambiado, pese a que se merecían ya la renovación. Pero eso estaba bien porque le permitía rememorar anécdotas en cada una de las baldosas. Se apostilló en los ventanales de la segunda planta. Desde allí podía vigilar el patio sin apenas ser visto.

Israel fue de los últimos en llegar. Con su mujer y sus dos hijas. Dos adolescentes que claramente hubieron preferido quedarse castigadas en casa sin teléfono a tener que acompañar a un padre al que cada vez veían menos y poco les importaba en realidad. Exceptuando el viaje del que acababan de regresar, no compartían mucho más de diez minutos diarios juntos. Y ni siquiera en el viaje pudiera decirse que hubieran tratado de estrechar lazos, sino todo lo contrario.

El hombre se hizo con una cerveza y se introdujo hábilmente en un grupo en el que no reconocía a nadie ni tampoco hizo el esfuerzo por vincularlos con las imágenes de su memoria. Simplemente bebía de la lata tratando, inútilmente, de localizar a Manuel.

Este otro no alcanzó a verle aparecer, y decidió reunirse a los demás invitados después de observar por más de media hora que no llegaba ningún coche más y que por la cantidad de vehículos en el parking debían estar todos ya.

Continúa con El reencuentro - 5/6

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