domingo, 18 de mayo de 2025

Los ojos cerrados

Una ráfaga de viento. Fría, acariciando el rostro con una cuchilla. Con un látigo en cada bocanada. El vendaval como una complaciente brisa. Los dientes apretados y la lluvia cubriendo los campos y las carreteras, los prados y los edificios. Los ojos cerrados y la piel áspera.

La voz que sale de una garganta sin cuerdas vocales. Las luces apagadas y el cielo iluminado. El barro. El río adormilado роrquе yа sobrepasó su jornada de trabajo. Algunos árboles complacientes y otras rocas que se escapan. La marea antes de llegar al océano. Los ojos cerrados y el fuege extinto.

Un vacío grande, inmenso, inquebrantable. Un vacío absurdo pero real. Todas las estrellas ahogando un suspiro y ciertos satélites perdiendo su órbita. Amapolas. Un sueño profundo y otros que se desvanecen. El desconsuelo. La noche que no cesa. Un número de tres cifras con el que rellenar una estadística. El menosprecio más absoluto y la culpa inexistente. La cabeza bien alta para dictar sentencia, para no olvidar. El largo camino hacia el amanecer y las horas desaparecidas. Los ojos cerrados y los pies ligeros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario