Hay un instante en que el corazón se acelera y el estómago se llena de mariposas. Es amor... pero no como piensas. Escribir, leer,... vivir la cultura y no ser capaz de abandonarla. Me encantan las matemáticas pero amo el arte. Me gusta el cine pero amo el teatro. Sueño despierta porque la realidad en ocasiones me aburre. Me llamo Sara y quiero sentir.
viernes, 29 de enero de 2021
¿Otro planeta?
lunes, 25 de enero de 2021
Casa nueva
jueves, 21 de enero de 2021
Nuestra cuarentena previa al coronavirus
Como decía hace unos meses, a mediados de enero la caldera de nuestra casa había sido supuestamente reparada (y digo supuestamente porque todavía daba problemas, pero al menos la calefacción y el agua caliente funcionaban de vez en cuando). Y justo después descubrimos chinches en por lo menos cuatro habitaciones, así que tuvimos que vaciarlas para que pudieran fumigar. Por la noche todo parecía en orden y empezamos a desempaquetar… dos días más tarde, nuevas chinches volvieron a saludar.
Era miércoles y nuestra organización nos pidió no ir a
nuestros puestos para evitar expandir las chinches (suena como una cuarentena y
de alguna manera lo fue)… Nuestra casa iba a ser fumigada de nuevo con un
producto más fuerte y nos iban a trasladar a otra casa por unos días.
Preparamos una maleta pequeña y, como no podíamos llevarnos la comida,
decidimos pasar la tarde comiendo juntos, nos lo iban a tirar todo de cualquier
forma.
Y la aventura comenzó…
El jueves tuvimos que poner en bolsas de basura una muda
completa. Fuimos a una lavandería para eliminar posibles chinches.
Afortunadamente nuestra organización se ocupó de todo. Nos invitaron a
desayunar y recuperamos esa ropa. Nos llevaron al edificio principal de la
organización a darnos una ducha y ponernos la ropa limpia. Nos limpiaron los
zapatos a mano pero seguían mojados. Los abrigos también se los llevaron.
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Una casa típica de Studland |
Subieron la música en el mini bus… condujeron menos de una
hora. Nuestra “nueva” casa estaba en Studland, un pequeño pueblo rodeado de
bosque junto al mar, el mismo lugar en que hicimos nuestra inducción al iniciar
el voluntariado. Siendo honesta, era un lugar increíblemente tranquilo en el que
íbamos a pasar casi una semana. Nos habían comprado comida también, sólo nos
quedaba esperar.
domingo, 17 de enero de 2021
Cena familiar
La joven de pelo rizado brincaba por la cocina sin decidirse por dónde empezar con la ensalada. Su móvil sonó dos veces y corrió a cogerlo antes de que su hermanito respondiera por ella. Salió al jardín y cuando regresó comenzó a cortar la cebolla a pesar de que nunca la ponían en la ensalada.
viernes, 15 de enero de 2021
Propósito de año nuevo
No esperaba cumplirlo el mismo día uno de enero a las tres de la mañana, pero ahí estaba ella, a cinco grados bajo cero en mitad del bosque vociferando que la encantaban sus nuevas deportivas y la daba igual que fueran blancas y las estuviera llenando de barro.
El uno de febrero, lejos de aquella cena de Nochevieja, daba por finalizado su propósito deportivo e iniciaba un nuevo año en que sus decisiones eran tomadas sin la intervención del alcohol.
viernes, 8 de enero de 2021
En un hoy atemporal
las distancias
lunes, 4 de enero de 2021
Emboscada
Aquellos enormes ojos azules que habían estudiado durante años el entorno referenciado en los libros y que lo contemplaban por primera vez en persona, solo podían ver, sin embargo, la pequeña fotografía ovalada guardada en su bolsillo derecho en que una madre y un niño posaban sonrientes.
Llevaba veintitrés días sin ver a nadie. Estaba acostumbrado a pasar largas horas en su despacho sin mantener contacto alguno con la civilización. En cambio, allí, el silencio le aturdía; parecía hablar, no callaba ni siquiera en las eternas noches.
Sucedió todo muy rápido. Un grito lejano, unas ramas cayendo cerca y un sutil pinchazo en su cuello. Sus rodillas flaquearon y sintió cómo le sostenían por la espalda. Era consciente de que le llevaban varios días vigilando, pero mantenían siempre las distancias. Su vista se perdió entre las hojas que ocultaban más allá un cielo despejado. Cuando los volviera a abrir, quizá le recibieran las estrellas.