martes, 23 de febrero de 2021

En el día señalado

Con un sutil movimiento de muñeca se desabrochó el reloj e hizo que se deslizara por sus dedos. Metió la mano en el bolsillo de la chaqueta sin comprobar la hora. No lo soltó.

Arturo caminaba sobre las hojas caídas del otoño en una ciudad que parecía haber expulsado a todos los pájaros. Arrastraba los pies con la intención de llenar el silencio. Las arrugas marcadas de su frente enmarcaban una mirada dura y una sonrisa ajena.

Observó a lo lejos cómo un coche negro se acercaba lentamente a la entrada de la catedral. Se bajó una mujer con un largo vestido blanco. Arturo casi podía oler su feliz nerviosismo. Un hombre trajeado la tomó del brazo. Mientras el coche se alejaba, los dos cuerpos en los que Arturo concentraba su atención cruzaron el pórtico principal sin detenerse a contemplar la belleza del edificio.

Arturo abandonó su reloj en el fondo del bolsillo y agarró con fuerza su cartera.

1 comentario:

  1. Buen inicio. Espero una segunda entrega tan visual como esta.

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