martes, 7 de diciembre de 2021

Tu madre

Me encontré a tu madre. ¡No ha cambiado nada! Y yo que me alegro de que no haya recaído. Te lo digo en serio: me hizo muchísima ilusión verla. No le pregunté por ti. No sé, pensé que era lo mejor. Le enseñé las fotos de cuando estuve en Tanzania y le hablé de mi próxima incursión en las Filipinas. No sé, pensé que era lo mejor... para mí. Porque estaba convencido de que ella sí te hablaría de mí. Por eso cuando me preguntó que cómo estaba realmente, me esforcé al máximo en mentirla. Sé que se dio cuenta pero me siguió el juego. Tu madre siempre fue lo mejor de nuestra relación. La prometí que la llamaría pronto y de verdad te digo que pienso cumplirlo.

Lo siento. Sí, ya sé que no tenía ninguna obligación, pero sé que a la mujer le habría hecho ilusión. Un par de días antes de irme a Filipinas te juro que tuve el móvil en la mano e incluso busqué su contacto, pero surgió un problema con el pasaporte y... Desde allí me hubiera salido muy caro, y como sigue sin querer ponerse el whatsapp... Con lo bien que se le dan las tecnologías y sigue empeñada en no instalar la aplicación. Bueno, ¿qué te voy a contar a ti?, si eres digno hijo suyo. Mira, lo de la postal o la carta es verdad que ni se me vino a la cabeza. Lo reconozco, fallo mío, pero es que iba a estar solo unos meses y han pasado casi cuatro años. Es un lugar precioso y mi trabajo allí ha sido... ha sido duro pero también gratificante y... no sé... estar tanto tiempo lejos... Pero hoy la he vuelto a ver, vamos, que he ido específicamente hacia vuestra casa. No he llegado a subir. Estaba en el parque con tu sobrino. ¡Es un niño precioso! A ella la vi bien, sí, quizá un poco más cansada, con alguna cana más, pero el nuevo corte de pelo la sienta genial. Y oye, que ya me ha estado contando lo de sus excursiones a balnarios. A ver si va a ser ella la que se eche novio ahora. ¿Te imaginas? Sí, bah, si no parabas de hacerle bromas, te encantaría que se volviera a enamorar. Tu madre es una persona maravillosa que se hace querer enseguida. Anda, pues claro, con su temperamento y sus cosillas, como todos. Supongo que no le habrá faltado tiempo para contarte que me voy a establecer definitivamente en España. No, no me ha echado nadie el guante. Que sí, que hay alguien que... pero no, nada serio. Tampoco le pregunté por ti y como ella tampoco te mencionó... pensé que era lo mejor. Ella dice que me ve cambiado. Yo creo que es solo apariencia. O sea... sí... han pasado cosas y... he aprendido, me he tropezado con la misma piedra... me he acordado de ti... mucho... fíjate que incluso hubo un día que me pareció verte entre un grupo de turistas alemanes. Sí, ¿cómo ibas a ser tú? Hay demasiados kilómetros. Además, con tal de no estar cerca de un alemán hubieras cancelado la excursión, por muy cara que fuese, y te hubieras encerrado en la habitación del hotel, previa queja a la guía que, con gran amabilidad pero a punto de perder la paciencia, te hubiera hecho ver que el problema era tuyo por equivocarte de grupo asignado, y mira que te lo dejó bien claro el día de antes. No, no soy adivino, sabes perfectamente que hubiera sido así. Te conozco... o te... conocía. Sí, lo he superado... Ahora creo que ya sí. No sé, me estoy imaginando que hablo contigo y... todo está bien. Espero que tú también... espero que te vaya todo bien.

Ahora no puedes regañarme. No han pasado ni dos meses. Venía de comprar fruta. Físicamente la veía igual pero... no sé... había algo... me ha dicho que era tu aniversario... joder, ya me podías haber dicho que te habías casado... vale, no hemos tenido nada de contacto en estos años, pero algo así... me habría alegrado... bueno, vamos, que me alegro... Eran sus ojos, sí, los ojos de tu madre suelen tener una luz... se lo dije... y me contestó que tenía prisa, que quería pasarse a verte y... oye, pues pensé... "es el momento, voy a acompañarla y conozco a tu..." ¿Cómo?... No... ¿No te has casado? Pensaba que... tu... ¿aniversario?... Tendría que haberlo sabido antes... tendría que... Y tu madre tan amable como siempre... Me ha subido a casa y nos hemos tomado una infusión. Hemos hablado mucho de ti y nos hemos reído hasta que nos ha dolido el estómago. Sí, a ver, es que tenías cada salida... Creo que voy a ir a China. No, no, no me voy a quedar, tengo que volver y traerle a tu madre un recuerdo de la muralla. Me ha dado todos tus mapas y la planificación que tenías preparada. Joder, tú sí que habías cambiado.

China ha sido brutal. Hoy te hemos ido a ver al cementerio.

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