martes, 22 de marzo de 2022

Distancias

Primero un paso. Corto. Inocente. Casi invisible. Una gota que resbala por la alcantarilla. Una palabra ignorada y un silencio inquisitivo. Un salto que debía impulsar el cuerpo. Un tropezón que paraliza cada músculo. Solo un instante todavía.

Luego otro más. Cansado. Frustrado. Ya deja huella y la arena no puede ocultarlo. Una marca que está aunque a ratos juega a no serlo. Una tormenta que parecía iba a arrasar los cuerpos y no fue para tanto. Esa montaña que se disfruta pese a los tres días de recuperación posteriores.

El tercero es una zancada. Violenta. Un surco en la tierra seca. La definición de una barrera y la construcción de un ocaso. Es dejar de caminar hacia atrás, darse la vuelta y emprender nuevo rumbo sin volver la vista. Una herida que ojalá deje cicatriz. Una puerta cerrada y su llave perdida.

El siguiente es sutil. Incómodo. Torpe. Una bocanada de aire fresco que arde en los pulmones. Una piedra que rompre la ventana de la casa abandonada. Una jornada de reflexión en un ambiente bullicioso. La nostalgia que ataca a la raiz y debe ser arrancada. Para que no se pudra. La pena.

El quinto quizá no existe. Pero le gustaría. Y tiene ganas. Quisiera correr tan rápido que diera la vuelta al mundo hasta encontrarse frente a aquella primera pisada. Y observarla de cerca. Y acariciarla hasta hacerla creer que no existió. Pero sigue ahí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario