Una vocecita en cada esquina,
en el cuarto a oscuras
donde habitan los miedos,
en el sendero
donde se pierde la inocencia.
Una vocecita que desgarra los tímpanos,
que susurra a gritos,
que se acuesta en el césped recien cortado
cuando el tiempo salpica las horas muertas.
Una vocecita le ahuya a las estrellas,
encubre a la luna los días de fiesta,
le esconde los secretos
a los guardianes de los sueños.
Una vocecita se agarra a los pulmones,
busca tesoros en el baúl del olvido,
acaricia las mentiras
que aún no se han contado.
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