martes, 23 de enero de 2024

La tía Vicenta - 2/2

Regresa a la parte 1.


Para mi sorpresa, no había nadie en casa. Mamá me había dejado un bocadillo de jamón y queso en mi habitación y una nota en la que me rogaba que no se me ocurriera abrir la puerta de la calle a nadie, mucho menos al tío Pascual.

La tía Vicenta y el tio Pascual se habían casado el año pasado. Ella era bastante joven y él mucho más mayor. En el cole me dijeron que es que el amor no entiende de edades, pero a la abuela no le gustaba nada el tío y decía que eso no era verdad. Entonces mama le decía que se callara y ella lo hacía. No lo entendía, ¿no se suponía que eran solo los mayores los que daban ordenes a los más pequeños y no al revés? ¿Porqué la abuela hacía caso a mamá? Luego mama me sonreia y aseguraba que había cosas de mayores que yo no podía entender todavía. ¡Claro, porque no me lo querían explicar, así era imposible!

Volvieron muy tarde pero yo seguía despierto. Haber marcado el gol de la victoria me había hecho soñar al principio. Pero enseguida me olvidé. Tenía un poco de miedo... Ya me había quedado solo otras veces en casa. Pero nunca por la noche. Y… sobre todo no podía quitarme de la cabeza la mirada vacía de la tía. Es que yo había escuchado esa expresión mil veces pero no la entendí de verdad hasta entonces.

Papá durmió en el salón y la tía con mamá. Al día siguiente, mamá me dijo que bajo ningún concepto podíamos dejar a la tía sola, y que si me cruzaba con el tío Pascual, me fuera corriendo sin decirle nada. Insistí en querer saber qué estaba pasando, pero mamá solo respiró profundo y me dio un beso en la frente.

Es triste que los últimos recuerdos que tengo de la tía Vicenta sean esos. Ella era guay. Me traía chuches a escondidas y me estaba ayudando con las mates. Había estudiado en la universidad y a veces daba conferencias allí. Era muy inteligente.

Mamá y papá nunca quieren hablar de ella. Y mucho menos que les pregunte por aquellos días. Fue un par de días después, en la madrugada, cuando descubrí lo que significaba la palabra suicidio.

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