miércoles, 1 de febrero de 2023

Un padre y una hija

Aftersun es el recuerdo de una hija en las últimas vacaciones que hizo con su padre en Turquía cuando tenía 11 años.

Cuando empecé a escribir esto pensé que no podía analizarla objetivamente porque conecto con ella desde varias perspectivas, empezando por el tono melancólico, siguiendo por la temática de fondo y acabando por ese tono de conversaciones superfluas cargaditas de subtexto, pero tiene tantos elementos a destacar que estoy llegando a la conclusión de que me gustó mucho más de lo que fui consciente mientras estaba en el cine. Pero esa es otra historia.

A nivel de estructura, mezcla escenas de la familia disfrutando por Turquía con escenas que los propios protagonistas graban con su cámara casera (formato de cámara en mano y textura de material de archivo, obviamente), y con unas muy breves escenas de la protagonista de adulta (que generan curiosidad al principio y se vuelven muy sugerentes según avanza el metraje).

Son inteligentes los encadenados de imágenes y de sonidos (pienso concretamente en una escena de los personajes respirando mientras duermen, por ejemplo), el propio trabajo de sonido (como una escena hacia el final en que el mar va ganando intensidad en un plano estático y oscuro) y de la música (ostras el momento de "Under pressure"), la recurrencia a planos del cielo (la fotografía sencilla pero planos muy cuidados, en especial la composición del último llena de lineas con punto de fuga - y el simbolismo de esa puerta que se abre) y una interpretación muy buena a base de diálogos supernaturales.

En conclusión, es un largometraje que sabe jugar a los recuerdos felices y planta un par de momentos muy concretos que la convierten en una película triste. Muy triste. Desde la ternura y la más pura inocencia. Pero muy triste. Insisto, no supe apreciarla lo suficiente mientras la veía.

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