jueves, 12 de enero de 2023

¡En esto consiste el cine!

En Close, Léo y Remi son dos niños que se pasan el día juntos, lo que viene siendo: amigos de toda la vida. Comienzan un nuevo curso y ellos se van distanciando hasta que sucede algo que lo cambia todo. Léo tratará de entender lo que ha sucedido acercándose a la madre de Remi, Sophie. Y ésta a él.

Una película brillante (más allá de mi torpe sinopsis).

Desde la delicadeza de cada diálogo y todo lo que cuentan los silencios (por favor qué maravilla de escena en el bosque en la que Sophie abraza a Léo), al cuidado de cada plano (destacaría la escena del coche en que Léo dice apenas tres frases pero lleva media película queriendo decirlas, un momento muy relevante y que, acompañando a las emociones de los personajes, no se cuenta viéndoles la cara de frente si no con la cámara en los asientos traseros, vemos medio rostro y cómo Léo mira de frente sentado en el asiento del copiloto y le cuesta tanto girarse al conductor).

Pasando por la interpretación (que obviamente con niños/adolescentes es siempre más complicada por una cuestión tan sencilla como la falta de experiencia y que aquí resulta muy natural).

Y la construcción de todos los personajes, que si bien habría mucho que decir del protagonista y de todo el juego con la adolescencia (las contradicciones y el subtexto), lo que más me ha sorprendido han sido los secundarios por su desarrollo y crecimiento aunque no aparezcan en pantalla más que unos minutos, como pasa con la ternura del hermano de Léo o el dolor del padre de Remi.

Completándose con un gran tema principal tratado con gran delicadeza, obviando la palabra en sí pero con la inocencia del protagonista (sobre todo en sus preguntas); y otros muchos que le rodean: el amor, la amistad, la salud mental (la importancia de que los personajes lloren y se hable de que llorar también es importante), la familia,…

Sabiendo jugar con el sonido, por ejemplo, a través de ciertos temas musicales que impulsan las emociones sin extenuarlas (porque al final lo importante es que realcen la acción, no que se la coman) o distorsionando el entorno (de nuevo con el objetivo de acompañar lo que le sucede al protagonista).

Y la dirección de Lukas Dhont (ya brillante en su anterior película y ópera prima Girl). Destacar la última escena: como al principio, Léo corre por los campos floridos, ahora solo, y precisamente por eso se detiene y mira atrás, y vuelve a mirar, y luego camina. No es fácil cerrar ciertos viajes y en esta película creo que es redondo en todos los aspectos.

Simplemente espectacular (más allá de mi torpe crítica). Dura y preciosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario