P.D.: Ya podíais haber comprado unas cortinas con un poco más de gracia, no sé, con unos dibujitos y un poco de color, no amarillas sin más, ¡cutres!, que sois unos cutres, ¿cómo se os ocurre colgarla por fuera de un clavito como si fuera un cuadro?
P.D.2: Disculpad si en algún momento me he excedido en el tono de mi discurso, os he cogido mucho cariño y esta situación me enerva fuertemente.
P.D.3: Considerad al menos la posibilidad de dejarlas levantadas un par de horitas durante la noche, así al menos me quito el disgusto este tan grande que tengo. ¿O es que no significan nada para vosotros los sentimientos de una vecina de enfrente?
P.D.4: Porque espero que no os hayáis vuelto a ir de vacaciones y os olvidarais de mí de nuevo, que una cosa es no habernos presentado formalmente, y otra muy distinta, que haya tenido que pasar un аñо y medio de convivencia para que os dierais cuenta que he estado ahí en mi ventana todo el tiempo. Ahora no me podéis abandonar, tenéis una responsabilidad para conmigo.
Buenas tardes.
O noches.
O días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario